Segundo Parcial
Centro de estudios tecnológicos industrial y de
servicios núm. 77
Maestra: Olga Maritza Duran González
Materia: Lógica
Alumnas: Zayra
Dariana Flores Ledezma
Ana Karen Gutierrez
Espinoza
Cassandra Guadalupe
Arredondo Terrones
Dulce María Muñoz
Galván
Dafne Joselin Macias
Sarabia
Tema: Huella
ecológica
Subtema: -¿qué es la
huella ecológica?
-¿cómo se mide la
huella ecológica?
- importancia
de la huella ecológica
-huella ecológica en
México
-huella ecológica
mundial
Grado: 1 Grupo: K
Especialidad: Administración de Recursos Humanos
¿Qué es la Huella Ecológica?
La huella ecológica mide cuánta tierra y
agua utilizamos para producir todos los recursos que consumimos y para absorber
los desechos que generamos, utilizando una unidad de medida que relaciona
cantidades de superficie de suelo (hectáreas) con población (país, pueblo,
familia). El resultado se expresa en hectáreas de suelo necesarias para toda la
población o para cada individuo.
Los factores que se tienen en cuenta en el cálculo
son:
Como calcular la huella ecológica
1. el crecimiento de la población
2. la pérdida de suelo fértil
3. la deforestación
4. el agotamiento de los recursos
5. el aumento del consumo.
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Cómo se mide
1º. A la hora de realizar el cálculo,
primero se delimita la dimensión del estudio: se decide si se quiere estudiar
la huella ecológica de una persona o de una familia, una ciudad, un país.
2º. Después se calcula cuánto consume de
energía, alimentos, materias primas y suelo esa unidad de población elegida. Lo
más difícil es saber la superficie de terreno necesaria para producir el
resultado del paso anterior. Para ello se utilizan unas tablas estandarizadas.
3º. Y por último, se suman todas las
superficies, y el resultado se divide por el número de habitantes o la unidad
seleccionada.
Cuando se analiza la huella ecológica de un
país se puede ver que los habitantes de ciertos países disponen de más
hectáreas de suelo para mantener su nivel de vida que aquéllas que le
corresponde dada la dimensión de su territorio. Esas hectáreas de más vienen de
los países cuya huella ecológica es menor a la media y de las producciones
futuras de la tierra; esto se traduce en que hay poblaciones que se están
apropiando de superficies fuera de su territorio o que están haciendo uso de
recursos de generaciones futuras.
La realidad del planeta nos muestra que, en
su conjunto, la huella ecológica de toda la población mundial sobrepasa en un
30% la capacidad de carga del planeta. Esto nos advierte del ritmo al que
estamos agotando los recursos de nuestro planeta y la distribución espacial de
este consumo.
Como ciudadanos del mundo nos interesa
disminuir todo lo que podamos nuestra huella ecológica y para ello será
necesario que se sigan desarrollando y potenciando hábitos de vida más
sostenibles como el ahorro de energía y agua, adecuada gestión de los
residuos...
¿Cómo se mide la huella ecológica?
Se trata de uno de los indicadores más
importantes en cuanto a biodiversidad, ya que permite evaluar el impacto
producido sobre el medio ambiente de una actividad humana particular y
compararlo con la capacidad biológica del planeta, para de esta forma saber si
esta actividad es o no sostenible. De esta manera, pueden analizarse la
conveniencia o no de muchos procesos productivos para el equilibrio ecológico.
En términos científicos, la huella
ecológica incluye el área de territorio ecológicamente productivo, por ejemplo
en cuanto a cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos, que resulta
necesaria para producir los recursos buscados y para asimilar los residuos que
una población determinada crea a lo largo del tiempo.
El propósito central es determinar si esta
zona en cuestión puede soportar ecológicamente ese proceso productivo y los
desechos relacionados a través de los años, sin degradar el medio ambiente. La
gran ventaja que supone la huella ecológica es que en algunos casos permite
obtener indicadores concretos y efectuar comparaciones, dos factores esenciales
para determinar el impacto de una actividad sobre la biodiversidad y el
equilibrio ecológico.
Se trata de un concepto complejo que, en
muchas ocasiones, impide obtener datos precisos. Sin embargo, existen diversos
métodos de estimación mediante el análisis de los recursos que se consumen y de
los residuos producidos, tanto con respecto a una actividad como a un grupo
humano o a un único individuo.
¿Qué mide exactamente la huella ecológica?
Los resultados que se obtienen en un
análisis de huella ecológica están basados en la observación de diferentes
puntos, como por ejemplo la cantidad de hectáreas utilizadas en una
urbanización, la generación de infraestructuras y centros de trabajo, la
superficie que se requiere para una producción ganadera o agrícola, la forma en
la que se tratan los residuos y otras cuestiones.
Incluye además la cuestión energética, sin
duda una de las temáticas más importantes para determinar el impacto ambiental
de una actividad humana. Por ejemplo, se determinan las hectáreas de bosque
necesarias para asumir el CO2 que provoca el consumo energético de la actividad
analizada.
Por supuesto, además de la eficiencia
energética lograda, se tiene en cuenta el tipo de energía empleada, por lo
tanto si se usan energías renovables en un proyecto determinado, la huella
ecológica disminuirá notablemente. La realidad marca que de acuerdo a la
biocapacidad del planeta por cada habitante, actualmente se consumen más
recursos y se generan más residuos que los indicados, por lo tanto resulta
urgente la disminución de la huella ecológica que producen las distintas actividades
humanas.
Importancia de la huella ecológica
La huella
ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda
humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta,
relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar
sus recursos.
Por lo tanto, la
huella ecológica es un indicador de sostenibilidad que mide el impacto que
tiene nuestra vida sobre el entorno. De hecho, numerosas páginas calculan esa
huella. A lo largo de este artículo te las iremos mostrando para que tú también
puedas realizar ese cálculo e ir tomando decisiones.
Antes, los
parámetros macroeconómicos se medían a través del PIB, el Producto Interior
Bruto. Pero todo esto está cambiando porque se introducen otros métodos para
medir “la riqueza” de un país. Es muy famoso el FNB, que es la Felicidad
Nacional Bruta, un concepto que sacó a la luz Bután, un pequeño país a los pies
del Himalaya, entre la India y China –las dos naciones más pobladas del mundo-
y que ya habíamos sacado en
este blog hablando de que, entre los más de
doscientos países que configuran el mundo, solo BUTÁN es neutral en emisiones
de dióxido de carbono.
La huella ecológica es un indicador de sostenibilidad que mide el
impacto que tiene nuestra vida sobre el entorno
Como vemos, cada
vez más el mundo está tomando más conciencia sobre la sostenibilidad del medio
ambiente y muchas veces, los individuaos, a título personal, no tenemos la
suficiente información como para hacer más cosas y profundizar en los procesos
que nos pueden llevar a aumentar esa sostenibilidad,
Puede que no nos
demos cuenta, pero en nuestra vida estamos haciendo cosas, o comprando
productos y servicios que afectan a nuestra naturaleza. Si lo vemos más
detenidamente, nos daremos cuenta de que el consumo define de una manera muy
importante en qué tipo de ambiente social nos movemos.
Nuestros actos
de compra no se deben reducir únicamente a satisfacer una necesidad, sino que
debe regirse por una serie de puntos como son unos criterios medioambientales,
sociales y económicos. Es cierto que, muchas veces nos resulta adquirir un
producto que contenga todos esos puntos positivos, pero si, por lo menos,
podremos apuntarnos a los que sean menos negativos.
- Es importante
conocer las empresas que hay detrás de cada producto o servicio para ver su
implicación en el respeto al medio ambiente o los derechos humanos.
- Educarnos y
educar en el consumo ético, responsable y solidario.
- Decidirnos por
un tipo de consumo: consumo justo, el que establece una relación comercial y
justa entre los productores y consumidores.
Como se ve,
apuntan a una implicación social para modificar aquellos hábitos que no
respeten la sostenibilidad. Como el impacto ambiental, calcular huella
ecológica para saber en qué situación estamos y qué debemos mejorar, cambiar o
anular.
FUENTE:https://ww2.mmtseguros.es/blog/que-podemos-hacer-por-el-medio-ambiente/la-huella-ecologica-y-su-importancia
El concepto de
huella ecológica es relativamente moderno. Su lugar de nacimiento fue la
Universidad de Columbia donde Mathis Wackernagel y William Rees empezaron a
hablar de la huella ecológico como una herramienta que permite saber los
recursos que utilizamos y lo que, en realidad, deberíamos utilizar. En este video vemos a
Mathis Wackernagel hablar de la huella ecológica, y en este otro video vemos
una animación muy didáctica sobre este mismo tema. "Es recomendable ver
ambos, aunque avisamos que están en inglés".
Una ciudad como Bilbao necesitaría cien veces su territorio para
equilibrar el impacto de su huella ecológica
Otra gente
matiza más todavía la definición de huella ecológica y, por ejemplo,
en www.ecologia.com la define como el total de superficie
ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por
un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria
para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de
estas superficies.
En esta página
exponen, además, la filosofía para el cálculo de la huella ecológica que son
tremendamente interesantes por cómo desmenuzan todos los parámetros que tienen
incidencia en el posterior cálculo de la huella ecológica. Además, incorporan
otro concepto: el de la biocapacidad de un territorio, que se define como la
superficie biológicamente productiva (cultivos, pastos, mar productivo o bosque)
disponible. La diferencia entre la huella ecológica (demanda de recursos) y la
biocapacidad (recursos disponibles) se define como déficit ecológico.
La página es
realmente interesante y vale la pena echarle un ojo para tener un conocimiento
más amplio de este tema.
Consumiendo agua de manera responsable, se pueden ahorrar 3.000
litros al año por persona
FUENTE DE IMAGEN: https://ww2.mmtseguros.es/blog/que-podemos-hacer-por-el-medio-ambiente/la-huella-ecologica-y-su-importancia
Huella ecológica en México
Tenemos la mala costumbre de creer que
México es un país rico y diverso en recursos naturales; tanto como si fuera un
súper país con todo lo que se necesita para ser una potencia mundial.Lo cierto
es que poco sabemos de la explotación industrializada o del impacto que tenemos
en la naturaleza personalmente.
La idea de que tenemos un súper país es
antigua, al parecer es un sentimiento que heredamos de otras décadas y que no
se ha actualizado.
Según el reporte del Global Footprint
Network, en 1961 México utilizaba un tercio de su biocapacidad, pero con el
crecimiento de la población y la economía, para el año 2001 ya consumíamos 1.5
veces nuestra biocapacidad, es decir, una mitad más de lo que en realidad
tenemos. Esto es posible porque se importan recursos, pero también porque
gastamos lo que tenemos.
La biocapacidad o huella ecológica, mide
qué tanta área de tierra y agua requiere una población para producir los
recursos que consume y para absorber sus desechos, tomando en cuenta la
tecnología existente.Se calcula que la biocapacidad mundial existente es de 1.7
hectáreas por habitante, es decir, si repartiera el terreno productivo tocaría
de a 1.7 hectáreas por persona. De la misma forma se estima que la huella
ecológica mundial promedio es de 2.8 hectáreas por habitante, lo que significa
que se necesitarían dos planetas como la Tierra para satisfacer el ritmo actual
de consumo y generación de residuos.
Huella ecológica mundial
Conocidos, huella ecológica mundial, la
presión ejercida por la humanidad en la naturaleza. Este concepto fue creado en
la década de 1990 por MM.
Mathis Wackernagel y William Rees, dos
investigadores de la Universidad de British Columbia en Vancouver. Se evalúa la
superficie productiva necesaria para una población para satisfacer su consumo
de recursos y necesidades para absorber los residuos.
Esta petición excede de 2007, los límites
de la capacidad regenerativa de los ecosistemas.
La demanda mundial es actualmente 14,1 mil
millones de hectáreas, o 2,23 hectáreas globales por persona, mientras que sólo
hay 1,8 hectáreas globales de las superficies de tierra y mar biológicamente
productiva disponible por persona.
La economía humana es en exceso ecológico.
La huella ecológica global de la humanidad se ha incrementado en un 50% entre
1970 y 1997, un incremento de alrededor del 1,5% al año. La creciente proliferación
de la especie humana en el planeta puede causar un colapso ambiental real,
porque la humanidad es el uso de agua más rápido de lo que se recarga en el
suelo.
Cortó los bosques más rápido de lo que
puede regenerarse, emite CO2 a la atmósfera más rápidamente de lo que puede
absorber.
Dada la demanda, es probable que para el
año 2050, la humanidad consume el doble de lo que el planeta puede producir en
los recursos naturales.La demanda mundial de petróleo probablemente seguirá
aumentando en los próximos treinta años.
Según la Agencia Internacional de la
Energía (AIE), este crecimiento podría ser del 60%, una previsión que permanece
envuelta en la incertidumbre, ya que es difícil evaluar la evolución de las
poblaciones, las economías, estilos de vida, la tecnología o las revoluciones
industriales.
Todos los analistas coinciden en el hecho
de que el crecimiento del consumo será en gran parte impulsado por los países
emergentes con mayor población, como China y la India, un crecimiento económico
boyante.
La aplicación de estos países aumentará
tres veces más rápido que el área de la OCDE a casi la mitad de la demanda
total de petróleo en 2030 (frente al 13% en 1970). El planeta es poco probable
que toda la energía que queremos. Una revolución se llevará a cabo en nuestro
consumo de forma bulímica.Según el informe de WWF (World Wildlife Fund), la
mayor necesidad para la humanidad en los recursos naturales es tal que se
llevará a tierra adicionales antes de 2040. El informe también da una idea de
lo que se llama la huella ecológica, que mide los recursos naturales de las
necesidades de un individuo o una población, por supuesto, de alimentos, sino
para todo lo demás (diferentes materiales, la ocupación tierra para vivienda y
del balance de carbono del transporte...). Se expresa en hectáreas globales,
dando a la superficie del mar y la Tierra necesaria para cubrir esas
necesidades y para reciclar productos de desecho. Según las cifras del informe,
la necesidad supera la capacidad del planeta desde la década de 1980. En 2005,
la Huella Ecológica de la humanidad fue de 17,5 millones de hectáreas globales.
Sin embargo, la capacidad de producción del planeta expresa con la misma
unidad, alcanzó sólo 13,6 millones de dólares. Esta diferencia de 29%, se
corresponde con el agotamiento de los recursos. A este ritmo, dice el informe,
la b
recha alcanzará el 100% durante la década
de 2030. ¿Qué está diciendo en esta organización que tendrá entonces dos
Tierras de nuestros estilos de vida actuales se mantienen. Pero no hay dos
Tierras para nosotros, por lo que es el hombre, se limita a los recursos
renovables.
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